top of page
Buscar
Foto del escritorCarola Terreni

La constancia como base para una vida plena

Actualizado: 20 nov 2024




“Debes cultivar tu práctica durante un tiempo prolongado; debe ser estable y sin brechas, y debe ser realizada correctamente, porque entonces se establece una base firme.”–

Yoga Sutras I.14, Patanjali




La vida nos presenta cambios constantes, pero en medio de esa inestabilidad existe una herramienta poderosa: la práctica diaria. Las enseñanzas de Patanjali nos invitan a cultivar una rutina que nos dé estabilidad, nos conecte con lo esencial y nos permita atravesar los altibajos con mayor equilibrio.

Sin embargo, construir una práctica diaria no tiene por qué ser complicado ni abrumador. Las transformaciones profundas surgen de pequeños pasos, repetidos con intención y regularidad, como las gotas de agua que, con el tiempo, dan forma a la roca.


La práctica diaria como un hábito transformador

Las pequeñas acciones tienen un poder inmenso cuando se repiten día tras día. No es necesario que hagamos grandes cambios de una sola vez; basta con comenzar con un gesto simple y sostenible que podamos incorporar fácilmente en nuestra vida. Cada pequeño acto, si es constante, tiene un efecto acumulativo que transforma no solo nuestras rutinas, sino también nuestra manera de estar en el mundo.

Este proceso requiere tiempo, pero lo más importante no es la magnitud del esfuerzo, sino su continuidad.


Una práctica diaria se convierte en una raíz firme que nos sostiene incluso en medio de las tormentas.


La perseverancia y la constancia como pilares

Patanjali describe tres cualidades esenciales para una práctica sólida:

  1. Prolongada en el tiempo: Los cambios significativos no suceden de un día para el otro. Construir una base firme requiere paciencia y dedicación constante.

  2. Sin interrupciones: Un pequeño paso cada día tiene más impacto que un esfuerzo esporádico y grandioso. Mantener la continuidad fortalece nuestra práctica y la convierte en parte de nuestra vida.

  3. Realizada correctamente: Diseñar una práctica sencilla y adecuada a nuestra realidad aumenta nuestras posibilidades de mantenerla.


La clave está en priorizar la regularidad sobre la perfección. Más vale un paso pequeño y sostenido que uno grande que no podamos repetir.


Reflexionemos juntos: el primer paso

¿Qué pequeñas prácticas podrían transformar tu vida de manera positiva si las realizaras todos los días?

Podrías empezar con algo sencillo, como tomarte un momento para respirar profundamente, escribir tus intenciones para el día, o simplemente agradecer antes de dormir.


Lo importante no es qué tan grande es el gesto, sino que sea algo que puedas sostener con constancia y propósito.


Cada pequeño paso que damos con intención y perseverancia nos acerca a una vida más plena. Sin embargo, no todos los caminos conducen a la plenitud, y no todos los hábitos nos nutren de verdad. Elegir con claridad qué queremos cultivar es tan importante como la constancia misma.


Si aún no tenés claridad en este punto, ¡pronto compartiré más posts con ideas para inspirarte!

¿Qué semilla te gustaría plantar hoy?


Carola Terreni

282 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comments


bottom of page